Laboratorio de Diseño Educativo: Carolina López expone trabajo realizado junto a la Municipalidad de Renca y estudiantes de Diseño en Comunicación Visual

La iniciativa surge a raíz del proyecto “Espacios Construidos” 2023, trabajo colaborativo entre la VIME, la Escuela de Arquitectura USACH y la Municipalidad de Renca, que tuvo como objetivo principal generar laboratorios interactivos para escuelas de la comuna. 

En ese contexto “Aprender a aprender desde un laboratorio de diseño educativo” es un proyecto que en sus inicios pretendía abordar los requerimientos relacionados a la comunicación y diseño de los laboratorios, pero que terminó convirtiéndose en una experiencia transformadora tanto para el estudiantado como para las y los docentes de las escuelas involucradas. 

“Los laboratorios son espacios muy dinámicos, que escapan del formato tradicional de salas de clases. Entonces, lo que pasó es que el proyecto necesitaba que Diseño les armara un manual para que los profesores siguieran instrucciones de como usar el mobiliario y sus posibilidades,  y yo desde una mirada más crítica propuse crear laboratorios de exploración con las y los profesores”, explicó la docente López. 

Así, con un enfoque metacognitivo, las y los estudiantes de tercer año de la carrera de Publicidad, específicamente de la asignatura de “Laboratorio de Diseño Educativo”,  se insertaron en un viaje de análisis y autodescubrimiento, a partir de la premisa de crear experiencias de aprendizaje para los docentes, generando reflexiones sobre el uso de los laboratorios interactivos y las metodologías tradicionales de enseñanza.

“La consigna fue el diseño de experiencias, donde las y los estudiantes tuvieron que diseñar tres laboratorios para el mismo grupo de profesores. Debieron crear un espacio creativo para que los docentes pudieran explorar la posibilidad de modificar su forma de hacer clases, de una manera tradicional a una manera más activa, dinámica, interactiva y participativa”, aseguró López.

La docente destaca la importancia de la experiencia compartida entre estudiantes y profesores, subrayando: "Lo interesante de la actividad fue que los(as) estudiantes, al igual que los(as) profesores de las escuelas, habían vivido su educación en salas tradicionales", convirtiendo el proceso en una doble experiencia de aprendizaje.

El proyecto representó una apuesta para López, consciente de las habilidades pedagógicas de los estudiantes diseñadores. "Entendiendo que los estudiantes son diseñadores y no pedagogos, todo se tradujo en ver cómo se podían desarrollar habilidades que permitieran vincular, comunicar, generar confianza y ser didácticos a través del codiseño y entendimiento del público objetivo”, concluyó López.