Entrevista a María Pamela Cea, secretaria de dirección de Gestión Agraria: “Estoy muy agradecida de lo vivido en esta Facultad”

Este 2017 cumplió 22 años trabajando en la Facultad Tecnológica, y hace unas semanas recibió la distinción de mejor funcionaria del Departamento de Gestión Agraria.

Sonríe al hablar sobre su familia y su infancia en Lo Prado, comuna en la que decidió quedarse a vivir para acompañar a sus padres. Cuarta hija de un total de seis hermanos, estudió en el Liceo Industrial Textil, ubicado en Ñuñoa, y confiesa que cuando joven quería estudiar contabilidad, pero que por diversas razones no fue posible. “Tres de nosotros (sus hermanos) estudiamos en ese liceo, se salía con el título de técnico textil, pero no lo ejercí nunca”, comenta.

Terminada la enseñanza media y luego de tener a su primer hijo, decidió estudiar secretariado, a través del curso de Chile Joven, en el antiguo Blas Cañas ubicado en Providencia. A eso de los 22 años haría su práctica en la misma Universidad de Santiago, en Ingeniería en Mecánica, donde estaría tres meses.

“Me fui, pasó un tiempo y comencé a buscar pega, dejé mi currículum en Recursos Humanos, y pasaron como dos meses cuando me llamaron de aquí mismo, aunque en ese tiempo era la antigua Escuela Tecnológica. Había una carrera que se llamaba Técnico en Conmutación Digital, una especie de antecesor a lo que ahora es Telecomunicaciones y cuya sede quedaba en Echaurren”, comenta.

Cuenta que cuando postuló al trabajo, pensaba realmente que no quedaría seleccionada “estaba postulando con chicas que eran del Manpower y yo venía de un programa chiquitito, Chile Joven, entonces dije “no, aquí yo no quedo”- se ríe- , y de pronto me llamaron un viernes en la noche, como a las 21:00, porque la carrera era vespertina, para avisarme que me presentara el día lunes. Y bueno, acá estoy, entré el 25 de junio de 1995 a la Facultad”, recuerda.

Desde ese momento que Pamela -como le gusta que la llamen- se vincularía a la Facultad Tecnológica. Comenzó como secretaria de ese vespertino, y terminaría por trabajar con carreras como Construcciones e Ingeniería en Estructuras. Recuerda esta época con cariño, puesto que como secretaria de docencia le gustaba trabajar con estudiantes, sin embargo, en el año 2004 se abriría la posibilidad de trabajar en el Departamento de Gestión Agraria como secretaria de dirección, en horario diurno.

“Me arriesgué y me vine para acá, porque yo veía docencia, nada que ver con dirección. Me ofrecieron el trabajo y fue mucho mejor para mí, porque antes trabaja en vespertino y ese horario es más complicado. Llegué el 20 de diciembre del 2004 a trabajar aquí”, menciona.

Casada hace 27 años, ya con dos hijos (uno de 25 años y el menor de 14), comenta que trabajar durante todo este tiempo en la Facultad Tecnológica ha sido una grata experiencia, aunque a la misma vez dura y desafiante.

“Estoy muy agradecida de lo que me ha dado y he vivido en esta Facultad, con sus altos y bajos. Partí cuando tenía 25 años, y tenía que aprender rapidito, eso fue duro igual. Tenía una jefa a quien le doy las gracias, porque me enseñó todo de cómo tenía que trabajar”. Y agrega: “Esto para mí es mi segunda familia, mi segunda casa”, destaca.

Con más de 13 años trabajando en el Departamento de Gestión Agraria, cuenta que está muy agradecida de la gente que ha conocido durante este tiempo y destaca la calidad de las personas que trabajan en ella como una de las principales fortalezas de esta Unidad.

En cuanto a las cosas que cree que falta todavía por trabajar, menciona que existen pocos espacios comunes para que la comunidad pueda compartir, además de pocos espacios para los mismos estudiantes.

Estudios en la Facultad

A partir del año 2006 decidió comenzar a estudiar Administración de Personal en la misma Facultad, carrera que a pesar de las dificultades que tuvo que atravesar, logró sacar y titularse hace algunos años. Finalmente, y respecto a esto, agradece las oportunidades que brinda en este sentido la Universidad, y destaca las motivaciones que la llevaron a terminar la carrera.

“Es difícil estudiar para quien tiene hijos y más aún en horario vespertino, trabajando de día, estudiando de noche y tener que llegar después a la casa a dejar todo listo para el día siguiente. A pesar de esas y otras dificultades, logré sacar mi carrera por una decisión personal mía, y para mis viejos también, que fue un orgullo para ellos verme recibiendo mi título en el Aula Magna”, comenta.

 

Por Estefanía Ibaceta González