Corrupción: lubricante o arena. Por Lucio Cañete Arratia

"La corrupción es universalmente aceptada como un mal, pero entre la diversidad de pensamientos, existen algunos economistas que en ciertos escenarios le ven a este fenómeno algunos aspectos positivos. Para comprender, sin necesariamente aceptar esta perspectiva, la sociedad con toda su complejidad suele ser modelada como un sistema de engranajes donde ruedas dentadas de distinto tamaño y orientación transmiten movimientos. Usando esta metáfora, se argumenta que la rotación de engranajes con alta fricción propensos al desgaste requiere de lubricante; siendo la corrupción aquella sustancia capaz de disminuir el excesivo roce entre las superficies que están en contacto".
Lunes, Noviembre 11, 2024 - 12:15